El proyecto consiste en un montículo (1) de unos 30 metros de alto con un diámetro de 280 metros. En la superficie del montículo hay encajadas 19 luces abovedadas con un diámetro de 2,6 metros. El cambiante funcionamiento de sus luces, depende de la frecuencia del tráfico en la carretera Vestkystvej.
- Terraplén de tierra, interseccionado por una carretera local.
- Hileras de roble.
- Autopista.
- Zona de servicio.
- Carreteras locales.
- Aeropuerto.
La propuesta es ordenar los tres elementos que dan forma a la parcela: el montículo, el terraplén de tierra y las hileras de roble. En términos generales, la idea es crear un paisaje natural en el que la tecnología es una parte inseparable del mismo.
Horizontalmente al sur de la colina se extiende un terraplén sobre el terreno ligeramente cóncavo, que tiene unos seis metros de altura en su centro, mientras que desciende por los lados. En su mitad un pequeño camino crea lugar desde donde el viajero que se detiene puede disfrutar de la vista panorámica.
La colina establece un elemento diferencial en la zona de transito, que a la vez apunta específicamente en la dirección de la herencia paisajística, así como que con su utilización de la técnica actual nos señala hacia un futuro muy cercano. Las luces dibujan un mensaje morse al universo, activadas por el movimiento de los viajeros.