El círculo y el arco son figuras geométricas que se repiten en las obras de Eva Koch. «Escultura con pared» nos devuelve a otras obras, como por ejemplo «Escultura en la Casa de la Cultura» en la ciudad de Skanderborg, que de manera similar deja aparecer un arco.
En «Escultura con pared» es la pared la que funciona como un zócalo donde una parte del círculo parece incrustarse en la pared. Visto desde los lados respectivos de la pared se ve solo una forma de bronce, dos superficies de bronce. No es hasta el momento en que el espectador mismo en su cabeza une ambas visiones para crear la forma concreta: un corte o un fragmento de un círculo.
Como ocurre con casi todas las obras de Eva Koch, es el espectador el que sintetiza la obra. El espectador es el que se coloca en el espacio intermedio entre las dos paredes para de esa manera ver como aparece la obra.