Gran parte de nuestra vida la pasamos esperando. A que algo empiece o a que algo termine. Esperamos grandes cambios existenciales o pequeños cambios en las cosas diarias. A Godot, el amor, el verano, el autobús. Mientras esperamos, podemos sentirnos en una especie de intervalo. Sin capacidad de actuar hasta que llegue lo que esperamos. La espera puede ser insoportable, como una pérdida de tiempo. Pero la espera también puede suponer un refugio. Aquí nadie nos exige nada. Quizá las buenas ideas se presenten mientras estamos esperando. Quizá es aquí donde nos demos cuenta de que el nombre de la residencia de artistas en Marruecos donde nos alojamos es un regalo en sí mismo. Ifitry. Si lo intento. Eva Koch residió en Ifitry en 2012 y grabó a los demás artistas que se alojaban allí mientras “esperan ante su cámara 3D”.
Se han unido las secuencias individuales, lo cual le da oportunidad al público de sentirse como una parte del encuentro con estos semejantes que están esperando. Sin embargo, si nos movemos por el local, ocurrirá esto: la mirada de estos extraños nos sigue, nos mira, nos hace una señal. Tal vez es a nosotros a quien esperan, a un ser humano desconocido pero semejante.